¡Qué diferente es surfear la vida
por encima de sus olas a vivir sumergido, siempre medio ahogado, vapuleado por
las corrientes marinas!
"El Arte de no amargarse la vida" Rafael Santandreu
Pensar
exageradamente, anticipar situaciones negativas tremendistas nunca es una buena
estrategia de resolución de problemas. Cada situación merece una ponderación
adecuada, lo más realista posible, y eso nos ayudará a resolver cada situación
de la vida. Deprimirse, estresarse, llenarse de rabia son actitudes que no
contribuyen en nada al éxito, a nivel práctico, cuando sostenemos ideas
irracionales -y emociones exageradas- suele pasarnos que intentamos «matar
moscas a cañonazos», esto es, aplicamos soluciones exageradas a problemas
pequeños, y el remedio acaba siendo peor que la enfermedad: destrozamos la casa
y la mosca sigue aleteando alegremente.
"El Arte de no amargarse la vida" Rafael Santandreu
El
catastrofismo nos puede llegar a meter en un mundo horroroso que sólo cabe en
una mente fantasiosa, pero que no existe en la realidad. Hay personas que viven
cada semana anticipando tantos desastres que pierden la salud, no sólo mental
sino también física. Muchos casos de fibromialgia y dolor crónico se deben a
esas estructuras psíquicas que acaban agotando el cuerpo como si éste hubiese
estado internado en un campo de concentración nazi.
"El Arte de no amargarse la vida" Rafael Santandreu
Aprender a
evaluar lo que nos sucede con realismo y objetividad nos hace más fuertes y
tranquilos.
"El Arte de no amargarse la vida" Rafael Santandreu
La felicidad implica disfrutar de
los deseos sin apegarse a ellos, sabiendo que son meras formas de divertirse,
pero en ningún caso, necesidades reales. Necesitamos muy poco para estar bien.
Cada necesidad inventada es una fuente de debilidad.
"El Arte de no amargarse la vida" Rafael Santandreu
«Si deseo
mucho algo, lo conseguiré». Esta idea es falsa y nociva. Incluso existe un
libro que ocupa, año tras año, las listas de los más vendidos llamado "El
Secreto" que sostiene esta idea irracional. Esta creencia no sólo es
falsa, sino que produce un trastorno psicológico llamado obsesión.
"El Arte de no amargarse la vida" Rafael Santandreu
Yo no estoy ni
a favor ni en contra de la cirugía estética, pero creo que nadie debería
operarse simplemente por un complejo. Está bien hacerlo porque a uno le
apetezca, pero no por temor al rechazo. Ese miedo hay que superarlo en el
terreno de la mente y no del bisturí.
"El Arte de no amargarse la vida" Rafael Santandreu
Desear no
tiene nada de malo. Poseer tampoco. Siempre y cuando no creamos que todo ello
son necesidades. Si yo tuviese un Ferrari, lo conduciría con gusto. Me iría a
pasear con él por las montañas escuchando buena música. Pero si me lo roban, no
derramaré ni una sola lágrima por él porque simplemente sé que no lo necesito
para ser feliz. Ésa es la única forma razonable de desear en esta vida.
"El Arte de no amargarse la vida" Rafael Santandreu
Enfrentarse a
la realidad de la impermanencia de todas las cosas, a la inevitabilidad de la
muerte; aceptar este hecho natural, inevitable e incluso bueno, es sano a nivel
psicológico porque nos permite quitarle gravedad a todo. La muerte lo
relativiza todo, como dicen. Pensar en la propia muerte es uno de los mejores
mecanismos para madurar y tranquilizarse, para ganar fuerza emocional.
"El Arte de no amargarse la vida" Rafael Santandreu
Dr.Stephen
Hawking en 1963 le diagnosticaron esclerosis lateral amiotrófica. A pesar de
ello, usted ha seguido con una brillante carrera como investigador. ¿Cuál es el
truco?
No tengo nada positivo que decir
acerca de la enfermedad motora que padezco, pero sí que me enseñó a no
compadecerme, porque hay otros peor que yo, y porque yo pude seguir con lo que
quería hacer. Quejarme sería inútil y una pérdida de tiempo. Es verdad, además,
que ahora soy más feliz que antes de desarrollar este mal. Yo le diría a toda
la gente que lo está pasando mal que hay salida de cualquier agujero negro…
porque no hay peor agujero que éste en el que yo vivo. Mis expectativas fueron
reducidas a cero cuando tenía 21 años. Los médicos me diagnosticaron una
enfermedad que, en la mayoría de los casos, concluye con el fallecimiento del
paciente. En concreto, me dijeron que no acabaría con vida mi doctorado y desde
entonces, todo me parece un extra. Aquél fue mi período oscuro, sufrí una
depresión, me preguntaba por qué me tenía que pasar esto a mí, pero finalmente
decidí seguir viviendo y luchar. Conocí a mi primera esposa, tuve hijos y acabé
mi doctorado con un trabajo que sentó las bases matemáticas del Big Bang. Pasé
de sentirme lo más bajo a ser un héroe.
"El Arte de no amargarse la vida" Rafael Santandreu
En varias
ocasiones, Christopher Reeve habló de su receta para el optimismo: «Es de una
importancia capital no dejarse vencer nunca por la negatividad. No sólo por
salud mental, sino, literalmente, por la salud física. Porque si se deja que la
negatividad campe a sus anchas, se expande. Tú tienes mucho poder sobre tu
mente. Úsalo».
"El Arte de no amargarse la vida" Rafael Santandreu
«Lo más
admirable que aprendimos de papá y mamá fue que debíamos centrarnos en lo
positivo, en vez de hacerlo en lo que no tenemos. Si nos concentramos en lo que
poseemos y no en las carencias, se abre todo un mundo de posibilidades».
"El Arte de no amargarse la vida" Rafael Santandreu
En ámbitos
budistas se dice que el buen monje hace pocas cosas, pero las pocas que hace,
las hace muy bien. Parsimoniosamente, disfrutando de cada acción, la persona
madura y feliz dirige su vida como el pintor que trabaja con su lienzo:
disfruta creando una obra de arte.
"El Arte de no amargarse la vida" Rafael Santandreu
El gran
matemático y filósofo del siglo XVII, Blaise Pascal, dijo en una ocasión:
«Todos los problemas de la humanidad proceden de la incapacidad del hombre para
estarse quietecito en una habitación, sentado y tranquilo».
"El Arte de no amargarse la vida" Rafael Santandreu
El
aburrimiento placentero me hace pensar en el "dolce far niente"
italiano, el dulce no hacer nada. Para la generación burguesa de las décadas de
1950 y 1960 en Roma, el hecho de no tener ninguna ocupación, dejar pasar el
tiempo entre libros, arte, amor y seducción era uno de los mayores placeres de
la vida. ¡Aburrirse puede ser dulcemente agradable!
"El Arte de no amargarse la vida" Rafael Santandreu
La vergüenza
es un problema mayor de lo que imaginamos. ¡Por culpa de ella, perdemos tantas
oportunidades de disfrutar de la vida! Por vergüenza, dejamos de conocer
personas maravillosas con las que tener un bellísimo romance. Por vergüenza,
dejamos de aprender cuando no levantamos la mano para admitir que no
entendemos. Por vergüenza…, siempre por la estúpida vergüenza, perdemos tanto…
Ya lo decía el escritor Jean de La Fontaine: «La vergüenza de confesar el
primer error, hace cometer muchos otros».
"El Arte de no amargarse la vida" Rafael Santandreu
La mejor
filosofía personal es aquella que sostiene que todos tenemos el mismo valor,
independientemente de nuestro sueldo, habilidades o imagen. Lo importante es
nuestra capacidad de amar, y ello está disponible para todos por igual.
"El Arte de no amargarse la vida" Rafael Santandreu
Si lo pensamos
bien, cada uno de nosotros tenemos unos puntos fuertes y otros débiles. ¡No
existe la perfección! Y no podemos exigir a nuestros amigos y familiares que
sean perfectos. Cuando lo hacemos, nos indignamos con facilidad y tenemos la
tentación de descartar a personas muy valiosas. Y, a veces, de tanto descartar
nos quedamos solos. ¡Qué paradoja: de tanto buscar la mejor compañía nos
quedamos más solos que la una!
"El Arte de no amargarse la vida" Rafael Santandreu
Si estamos
sanos, si somos fuertes, todos podemos estar bien con la persona que tenemos al
lado pese a sus defectos, porque no hay defecto tan grave como para hacernos
realmente infelices.
"El Arte de no amargarse la vida" Rafael Santandreu
Es mejor sugerir que exigir el
cambio en los demás. Pues quejarse es la mejor forma de arruinar una relación.
"El Arte de no amargarse la vida" Rafael Santandreu
El amor, las
ganas de colaborar y divertirse y el aprendizaje pueden modelar la conducta de
los demás mucho mejor que la aplicación de sistemas justicieros como el castigo
o el premio.
"El Arte de no amargarse la vida" Rafael Santandreu
Desde la
década de 1950, cada vez tenemos más. El progreso material aumenta y nos ofrece
inagotables oportunidades de consumo. Todo empezó hacia la de 1960, cuando
aparecieron los supermercados, lugares donde realizar supercompras. En los
setenta, se inventó el concepto de usar y tirar. En los ochenta, apareció el
ocio masivo, los viajes alrededor del mundo y la «calidad de vida» representada
por el hecho de tener una segunda residencia. En los noventa, se pusieron en el
mercado la belleza física y la juventud a través de la cirugía estética. En la
década de 2000, el conocimiento y la comunicación constante y global, y la
posibilidad de elevarlo todo al cubo a través de la especulación inmobiliaria.
En la próxima década, creo que se venderá ya la inmortalidad a través de la
medicina genética, a base de células madre y otros métodos superavanzados. ¡El
progreso a toda máquina!
Y, sin
embargo, a pesar de todos estos «avances», hay signos de un galopante retroceso
en nuestro bienestar real. Y uno de los principales es el malestar emocional:
un hecho muy significativo es que no dejan de incrementarse los índices de
depresión, ansiedad y suicidio.
"El Arte de no amargarse la vida" Rafael Santandreu
Las personas
lógicas trabajan sólo para divertirse, para realizarse, para disfrutar… y para
ellas el estrés es casi inexistente. Y esto lo consiguen porque sostienen la
creencia racional de que el trabajo -de cualquiera- nunca es demasiado
importante. No lo necesitan. Simplemente, es una fuente de gratificación.
"El Arte de no amargarse la vida" Rafael Santandreu
En nuestra
sociedad, existe la idea de que los ancianos son unos seres incapaces que
siempre necesitan la ayuda de los demás para subsistir. De hecho, impera la
creencia de que las personas con alguna debilidad o incapacidad tienen muchas
dificultades para realizarse como personas: los ciegos, los enfermos, los que
no pueden caminar… Y, una y otra vez, vemos que eso no es así. Las
oportunidades de hacer cosas valiosas es enorme en prácticamente todas las
circunstancias.
"El Arte de no amargarse la vida" Rafael Santandreu
Los padres
ancianos se las pueden arreglar muy bien sin sus hijos. Dicho de otra forma: no
necesitan tanto a los hijos como éstos, muchas veces, se imaginan. Cuando
transmitimos a nuestros mayores que «necesitan» de nuestros cuidados y
atenciones les estamos contagiando la absurda idea de que son débiles e
incapaces de ser felices por su cuenta.
"El Arte de no amargarse la vida" Rafael Santandreu
La gente que
nos rodea no siempre necesita nuestras atenciones. Devolvámosles la fuerza y la
responsabilidad sobre su vida para que gocen de sus capacidades.
"El Arte de no amargarse la vida" Rafael Santandreu
Los seres
humanos tendemos a imaginar situaciones ideales -que sólo existen en nuestra
mente- y luego nos enfadamos o entristecemos si no se cumplen. Empezamos
diciéndonos, ilusionados: «Qué bien estaría si todo el mundo me tratase con
amabilidad», y acabamos quejándonos amargamente: «¡Qué asco que la gente sea
tan maleducada!». Esa falta de aceptación de la realidad es la base de la
infelicidad.
"El Arte de no amargarse la vida" Rafael Santandreu
Muchas veces
añadimos «sufrimiento» al «dolor» cuando nos lamentamos por estar enfermos. El
malestar psicológico amplifica entonces el dolor hasta hacerlo casi
insoportable. Si aprendemos a atajar la parte emocional del dolor, éste se
puede reducir en un 90 %.
"El Arte de no amargarse la vida" Rafael Santandreu
Distanciarnos
de nosotros mismos es muy útil porque dejamos de preocuparnos tanto por nuestro
destino y podemos empezar a vivir el presente.
"El Arte de no amargarse la vida" Rafael Santandreu
Sari era un
buen hombre con aspiraciones espirituales sinceras y se había propuesto llevar
a cabo una larga peregrinación a Benarés para bañarse en el Ganges. Antes de
partir, se encontró con un maestro que le preguntó:
- ¿Para qué quiere ir allí?
- Para ponerme en contacto con
Dios -repuso.
El maestro le ordenó:
- Dame ahora mismo todo el dinero
que llevas para el viaje.
Sari le entregó el dinero, el
maestro se lo guardó en el bolsillo, y dijo:
- Sé que habrías acudido a
Benarés y te hubieses lavado en el Ganges. Pues bien, en lugar de eso, lávate
con el agua que llevo en mi cantimplora.
Sari tomó el agua y se lavó la
cara y las orejas. El maestro, satisfecho, declaró a continuación:
- Ahora ya has conseguido lo que
te proponías. Ya puedes regresar a tu casa con el alma serena, aunque antes
quiero decirte algo más. Desde que fue construido Benarés, Dios no ha morado
allí ni un solo minuto. Pero desde que fue creado el corazón del hombre, Dios
no ha dejado de habitar en él ni un solo instante. Ve a tu casa y medita. Y,
siempre que lo necesites, viaja a tu propio corazón.
"El Arte de no amargarse la vida" Rafael Santandreu
La felicidad no depende de logros
o situaciones ideales, sino de nuestra salud mental.
"El Arte de no amargarse la vida" Rafael Santandreu
Hay que dejar
de mirar al pasado con nostalgia. Aquel tiempo pasado no fue mejor, es una
ficción de nuestra mente. La única diferencia es que en «aquel pasado» no
mirábamos al «pasado».
"El Arte de no amargarse la vida" Rafael Santandreu
Tenemos una
gran capacidad para apreciar la belleza de cualquier cosa y de cualquier lugar.
Valoremos lo que tenemos cerca: es más fácil y ecológico que ansiar paraísos
lejanos.
"El Arte de no amargarse la vida" Rafael Santandreu
En un mundo
impermanente como el nuestro, en el que todos moriremos pronto, nada es
realmente dramático.
"El Arte de no amargarse la vida" Rafael Santandreu
La forma
efectiva de superar los miedos no es enfrentarse a ellos, sino comprender que
no hay nada que temer.
"El Arte de no amargarse la vida" Rafael Santandreu
No hay comentarios.:
Publicar un comentario