Trato de no pedir prestado.
Primero pides prestado; luego pides limosna.
“El
Viejo y El Mar” Ernest Hemingway
Quizá
no esté tan fuerte como creo –dijo el viejo–. Pero conozco muchos trucos y
tengo voluntad.
“El Viejo y El Mar” Ernest Hemingway
La edad es mi despertador –dijo
el viejo–. ¿Por qué los viejos se despertaran tan temprano? ¿Será para tener un
día más largo?
“El Viejo y El Mar” Ernest Hemingway
Hablaban del
mar como un contendiente o un lugar, o aun un enemigo. Pero el viejo lo
concebía siempre como perteneciente al género femenino y como algo que concedía
o negaba grandes favores, y si hacía cosas perversas y terribles era porque no
podía remediarlo. La luna, pensaba, le afectaba lo mismo que a una mujer.
“El Viejo y El Mar” Ernest Hemingway
Por lo
general, la gente no tiene piedad de las tortugas porque el corazón de una
tortuga sigue latiendo varias horas después que han sido muertas. Pero el viejo
pensó: “También yo tengo un corazón así y mis pies y mis manos son como los
suyos”.
“El Viejo y El Mar” Ernest Hemingway
“Luego virara
y se lo tragará” pensó. No dijo esto porque sabía que cuando uno dice una buena
cosa posiblemente no sucede.
“El Viejo y El Mar” Ernest Hemingway
“Nadie debiera
estar solo en su vejez –pensó–. Pero es inevitable.
“El Viejo y El Mar” Ernest Hemingway
“Su decisión
había sido permanecer en aguas profundas y tenebrosas, lejos de todas las
trampas y cebos y traiciones. Mi decisión fue ir allá a buscarlo, más allá de
toda gente. Más allá de toda gente en el mundo. Ahora estamos solos uno para el
otro y así ha sido desde mediodía. Y nadie que venga a valernos, ni a él ni a
mí.”
“El Viejo y El Mar” Ernest Hemingway
“Es un gran
pez y tengo que convencerlo –pensó–. No debo permitirle jamás que se dé cuenta
de su fuerza ni de lo que podría hacer si rompiera a correr. Si yo fuera él
echaría ahora toda la fuerza y seguiría hasta que algo se rompiera. Pero, a
Dios gracias, los peces no son tan inteligentes como los que los matamos,
aunque son más nobles y más hábiles.”
“El Viejo y El Mar” Ernest Hemingway
No está mal -
dijo - para un hombre el dolor no importa.
“El Viejo y El Mar” Ernest Hemingway
El hombre no
está hecho para la derrota -dijo-. Un hombre puede ser destruido, pero no
derrotado.
“El Viejo y El Mar” Ernest Hemingway
Debiste haber
traído muchas cosas, pensó. Pero no las has traído, viejo. Ahora no es el
momento de pensar en lo que no tienes. Piensa en lo que puedes hacer con lo que
hay.
“El Viejo y El Mar” Ernest Hemingway
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