domingo, 10 de abril de 2016

"El Arte de no amargarse la vida" Rafael Santandreu


      ¡Qué diferente es surfear la vida por encima de sus olas a vivir sumergido, siempre medio ahogado, vapuleado por las corrientes marinas!
"El Arte de no amargarse la vida" Rafael Santandreu

Pensar exageradamente, anticipar situaciones negativas tremendistas nunca es una buena estrategia de resolución de problemas. Cada situación merece una ponderación adecuada, lo más realista posible, y eso nos ayudará a resolver cada situación de la vida. Deprimirse, estresarse, llenarse de rabia son actitudes que no contribuyen en nada al éxito, a nivel práctico, cuando sostenemos ideas irracionales -y emociones exageradas- suele pasarnos que intentamos «matar moscas a cañonazos», esto es, aplicamos soluciones exageradas a problemas pequeños, y el remedio acaba siendo peor que la enfermedad: destrozamos la casa y la mosca sigue aleteando alegremente.
"El Arte de no amargarse la vida" Rafael Santandreu

El catastrofismo nos puede llegar a meter en un mundo horroroso que sólo cabe en una mente fantasiosa, pero que no existe en la realidad. Hay personas que viven cada semana anticipando tantos desastres que pierden la salud, no sólo mental sino también física. Muchos casos de fibromialgia y dolor crónico se deben a esas estructuras psíquicas que acaban agotando el cuerpo como si éste hubiese estado internado en un campo de concentración nazi.
"El Arte de no amargarse la vida" Rafael Santandreu

Aprender a evaluar lo que nos sucede con realismo y objetividad nos hace más fuertes y tranquilos.
"El Arte de no amargarse la vida" Rafael Santandreu

La felicidad implica disfrutar de los deseos sin apegarse a ellos, sabiendo que son meras formas de divertirse, pero en ningún caso, necesidades reales. Necesitamos muy poco para estar bien. Cada necesidad inventada es una fuente de debilidad.
"El Arte de no amargarse la vida" Rafael Santandreu

«Si deseo mucho algo, lo conseguiré». Esta idea es falsa y nociva. Incluso existe un libro que ocupa, año tras año, las listas de los más vendidos llamado "El Secreto" que sostiene esta idea irracional. Esta creencia no sólo es falsa, sino que produce un trastorno psicológico llamado obsesión.
"El Arte de no amargarse la vida" Rafael Santandreu

Yo no estoy ni a favor ni en contra de la cirugía estética, pero creo que nadie debería operarse simplemente por un complejo. Está bien hacerlo porque a uno le apetezca, pero no por temor al rechazo. Ese miedo hay que superarlo en el terreno de la mente y no del bisturí.
"El Arte de no amargarse la vida" Rafael Santandreu

Desear no tiene nada de malo. Poseer tampoco. Siempre y cuando no creamos que todo ello son necesidades. Si yo tuviese un Ferrari, lo conduciría con gusto. Me iría a pasear con él por las montañas escuchando buena música. Pero si me lo roban, no derramaré ni una sola lágrima por él porque simplemente sé que no lo necesito para ser feliz. Ésa es la única forma razonable de desear en esta vida.
"El Arte de no amargarse la vida" Rafael Santandreu

Enfrentarse a la realidad de la impermanencia de todas las cosas, a la inevitabilidad de la muerte; aceptar este hecho natural, inevitable e incluso bueno, es sano a nivel psicológico porque nos permite quitarle gravedad a todo. La muerte lo relativiza todo, como dicen. Pensar en la propia muerte es uno de los mejores mecanismos para madurar y tranquilizarse, para ganar fuerza emocional.
"El Arte de no amargarse la vida" Rafael Santandreu

Dr.Stephen Hawking en 1963 le diagnosticaron esclerosis lateral amiotrófica. A pesar de ello, usted ha seguido con una brillante carrera como investigador. ¿Cuál es el truco?
No tengo nada positivo que decir acerca de la enfermedad motora que padezco, pero sí que me enseñó a no compadecerme, porque hay otros peor que yo, y porque yo pude seguir con lo que quería hacer. Quejarme sería inútil y una pérdida de tiempo. Es verdad, además, que ahora soy más feliz que antes de desarrollar este mal. Yo le diría a toda la gente que lo está pasando mal que hay salida de cualquier agujero negro… porque no hay peor agujero que éste en el que yo vivo. Mis expectativas fueron reducidas a cero cuando tenía 21 años. Los médicos me diagnosticaron una enfermedad que, en la mayoría de los casos, concluye con el fallecimiento del paciente. En concreto, me dijeron que no acabaría con vida mi doctorado y desde entonces, todo me parece un extra. Aquél fue mi período oscuro, sufrí una depresión, me preguntaba por qué me tenía que pasar esto a mí, pero finalmente decidí seguir viviendo y luchar. Conocí a mi primera esposa, tuve hijos y acabé mi doctorado con un trabajo que sentó las bases matemáticas del Big Bang. Pasé de sentirme lo más bajo a ser un héroe.
"El Arte de no amargarse la vida" Rafael Santandreu

En varias ocasiones, Christopher Reeve habló de su receta para el optimismo: «Es de una importancia capital no dejarse vencer nunca por la negatividad. No sólo por salud mental, sino, literalmente, por la salud física. Porque si se deja que la negatividad campe a sus anchas, se expande. Tú tienes mucho poder sobre tu mente. Úsalo».
"El Arte de no amargarse la vida" Rafael Santandreu

«Lo más admirable que aprendimos de papá y mamá fue que debíamos centrarnos en lo positivo, en vez de hacerlo en lo que no tenemos. Si nos concentramos en lo que poseemos y no en las carencias, se abre todo un mundo de posibilidades».
"El Arte de no amargarse la vida" Rafael Santandreu

En ámbitos budistas se dice que el buen monje hace pocas cosas, pero las pocas que hace, las hace muy bien. Parsimoniosamente, disfrutando de cada acción, la persona madura y feliz dirige su vida como el pintor que trabaja con su lienzo: disfruta creando una obra de arte.
"El Arte de no amargarse la vida" Rafael Santandreu

El gran matemático y filósofo del siglo XVII, Blaise Pascal, dijo en una ocasión: «Todos los problemas de la humanidad proceden de la incapacidad del hombre para estarse quietecito en una habitación, sentado y tranquilo».
"El Arte de no amargarse la vida" Rafael Santandreu

El aburrimiento placentero me hace pensar en el "dolce far niente" italiano, el dulce no hacer nada. Para la generación burguesa de las décadas de 1950 y 1960 en Roma, el hecho de no tener ninguna ocupación, dejar pasar el tiempo entre libros, arte, amor y seducción era uno de los mayores placeres de la vida. ¡Aburrirse puede ser dulcemente agradable!
"El Arte de no amargarse la vida" Rafael Santandreu

La vergüenza es un problema mayor de lo que imaginamos. ¡Por culpa de ella, perdemos tantas oportunidades de disfrutar de la vida! Por vergüenza, dejamos de conocer personas maravillosas con las que tener un bellísimo romance. Por vergüenza, dejamos de aprender cuando no levantamos la mano para admitir que no entendemos. Por vergüenza…, siempre por la estúpida vergüenza, perdemos tanto… Ya lo decía el escritor Jean de La Fontaine: «La vergüenza de confesar el primer error, hace cometer muchos otros».
"El Arte de no amargarse la vida" Rafael Santandreu

La mejor filosofía personal es aquella que sostiene que todos tenemos el mismo valor, independientemente de nuestro sueldo, habilidades o imagen. Lo importante es nuestra capacidad de amar, y ello está disponible para todos por igual.
"El Arte de no amargarse la vida" Rafael Santandreu

Si lo pensamos bien, cada uno de nosotros tenemos unos puntos fuertes y otros débiles. ¡No existe la perfección! Y no podemos exigir a nuestros amigos y familiares que sean perfectos. Cuando lo hacemos, nos indignamos con facilidad y tenemos la tentación de descartar a personas muy valiosas. Y, a veces, de tanto descartar nos quedamos solos. ¡Qué paradoja: de tanto buscar la mejor compañía nos quedamos más solos que la una!
"El Arte de no amargarse la vida" Rafael Santandreu

Si estamos sanos, si somos fuertes, todos podemos estar bien con la persona que tenemos al lado pese a sus defectos, porque no hay defecto tan grave como para hacernos realmente infelices.
"El Arte de no amargarse la vida" Rafael Santandreu

Es mejor sugerir que exigir el cambio en los demás. Pues quejarse es la mejor forma de arruinar una relación.
"El Arte de no amargarse la vida" Rafael Santandreu

El amor, las ganas de colaborar y divertirse y el aprendizaje pueden modelar la conducta de los demás mucho mejor que la aplicación de sistemas justicieros como el castigo o el premio.
"El Arte de no amargarse la vida" Rafael Santandreu

Desde la década de 1950, cada vez tenemos más. El progreso material aumenta y nos ofrece inagotables oportunidades de consumo. Todo empezó hacia la de 1960, cuando aparecieron los supermercados, lugares donde realizar supercompras. En los setenta, se inventó el concepto de usar y tirar. En los ochenta, apareció el ocio masivo, los viajes alrededor del mundo y la «calidad de vida» representada por el hecho de tener una segunda residencia. En los noventa, se pusieron en el mercado la belleza física y la juventud a través de la cirugía estética. En la década de 2000, el conocimiento y la comunicación constante y global, y la posibilidad de elevarlo todo al cubo a través de la especulación inmobiliaria. En la próxima década, creo que se venderá ya la inmortalidad a través de la medicina genética, a base de células madre y otros métodos superavanzados. ¡El progreso a toda máquina!
Y, sin embargo, a pesar de todos estos «avances», hay signos de un galopante retroceso en nuestro bienestar real. Y uno de los principales es el malestar emocional: un hecho muy significativo es que no dejan de incrementarse los índices de depresión, ansiedad y suicidio.
"El Arte de no amargarse la vida" Rafael Santandreu

Las personas lógicas trabajan sólo para divertirse, para realizarse, para disfrutar… y para ellas el estrés es casi inexistente. Y esto lo consiguen porque sostienen la creencia racional de que el trabajo -de cualquiera- nunca es demasiado importante. No lo necesitan. Simplemente, es una fuente de gratificación.
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En nuestra sociedad, existe la idea de que los ancianos son unos seres incapaces que siempre necesitan la ayuda de los demás para subsistir. De hecho, impera la creencia de que las personas con alguna debilidad o incapacidad tienen muchas dificultades para realizarse como personas: los ciegos, los enfermos, los que no pueden caminar… Y, una y otra vez, vemos que eso no es así. Las oportunidades de hacer cosas valiosas es enorme en prácticamente todas las circunstancias.
"El Arte de no amargarse la vida" Rafael Santandreu

Los padres ancianos se las pueden arreglar muy bien sin sus hijos. Dicho de otra forma: no necesitan tanto a los hijos como éstos, muchas veces, se imaginan. Cuando transmitimos a nuestros mayores que «necesitan» de nuestros cuidados y atenciones les estamos contagiando la absurda idea de que son débiles e incapaces de ser felices por su cuenta.
"El Arte de no amargarse la vida" Rafael Santandreu

La gente que nos rodea no siempre necesita nuestras atenciones. Devolvámosles la fuerza y la responsabilidad sobre su vida para que gocen de sus capacidades.
"El Arte de no amargarse la vida" Rafael Santandreu

Los seres humanos tendemos a imaginar situaciones ideales -que sólo existen en nuestra mente- y luego nos enfadamos o entristecemos si no se cumplen. Empezamos diciéndonos, ilusionados: «Qué bien estaría si todo el mundo me tratase con amabilidad», y acabamos quejándonos amargamente: «¡Qué asco que la gente sea tan maleducada!». Esa falta de aceptación de la realidad es la base de la infelicidad.
"El Arte de no amargarse la vida" Rafael Santandreu

Muchas veces añadimos «sufrimiento» al «dolor» cuando nos lamentamos por estar enfermos. El malestar psicológico amplifica entonces el dolor hasta hacerlo casi insoportable. Si aprendemos a atajar la parte emocional del dolor, éste se puede reducir en un 90 %.
"El Arte de no amargarse la vida" Rafael Santandreu

Distanciarnos de nosotros mismos es muy útil porque dejamos de preocuparnos tanto por nuestro destino y podemos empezar a vivir el presente.
"El Arte de no amargarse la vida" Rafael Santandreu

Sari era un buen hombre con aspiraciones espirituales sinceras y se había propuesto llevar a cabo una larga peregrinación a Benarés para bañarse en el Ganges. Antes de partir, se encontró con un maestro que le preguntó:
- ¿Para qué quiere ir allí?
- Para ponerme en contacto con Dios -repuso.
El maestro le ordenó:
- Dame ahora mismo todo el dinero que llevas para el viaje.
Sari le entregó el dinero, el maestro se lo guardó en el bolsillo, y dijo:
- Sé que habrías acudido a Benarés y te hubieses lavado en el Ganges. Pues bien, en lugar de eso, lávate con el agua que llevo en mi cantimplora.
Sari tomó el agua y se lavó la cara y las orejas. El maestro, satisfecho, declaró a continuación:
- Ahora ya has conseguido lo que te proponías. Ya puedes regresar a tu casa con el alma serena, aunque antes quiero decirte algo más. Desde que fue construido Benarés, Dios no ha morado allí ni un solo minuto. Pero desde que fue creado el corazón del hombre, Dios no ha dejado de habitar en él ni un solo instante. Ve a tu casa y medita. Y, siempre que lo necesites, viaja a tu propio corazón.
"El Arte de no amargarse la vida" Rafael Santandreu

La felicidad no depende de logros o situaciones ideales, sino de nuestra salud mental.
"El Arte de no amargarse la vida" Rafael Santandreu

Hay que dejar de mirar al pasado con nostalgia. Aquel tiempo pasado no fue mejor, es una ficción de nuestra mente. La única diferencia es que en «aquel pasado» no mirábamos al «pasado».
"El Arte de no amargarse la vida" Rafael Santandreu

Tenemos una gran capacidad para apreciar la belleza de cualquier cosa y de cualquier lugar. Valoremos lo que tenemos cerca: es más fácil y ecológico que ansiar paraísos lejanos.
"El Arte de no amargarse la vida" Rafael Santandreu

En un mundo impermanente como el nuestro, en el que todos moriremos pronto, nada es realmente dramático.
"El Arte de no amargarse la vida" Rafael Santandreu

La forma efectiva de superar los miedos no es enfrentarse a ellos, sino comprender que no hay nada que temer.
"El Arte de no amargarse la vida" Rafael Santandreu